Este viaje de convivencia ha sido muy importante para mí, para darme cuenta de que como unas personas que no conoces de nada te acogen en su casa, como si fueras uno más, sobre todo de una religión diferente a la tuya, que si hacemos caso a todas las ideas que nos machacan al día a día, deberíamos odiar. Todo lo contrario.

Todos los valores que he podido vivir en los pocos días que he estado conviviendo allí, la amistad, la gratitud, el compartir, la familia, podría poner muchísimos más y serian pocos. Todos ellos perdidos en la sociedad que vivimos.

Esta convivencia no te dejara indiferente y que te cambiará tu forma de pensar de como somos.