Trekking Desierto Sahara
Marruecos
TurismoResponsable
Kris y Said eran nuestros monitores. Éramos 17 personas dispuestas a caminar por el desierto en compañía de los dromedarios y a dormir en jaimas y casas de adobe sin muchas comodidades. Simplemente felices con la sencillez del viaje y lo especial del entorno.
Entre una noche y otra parecía que pasaba mucho más tiempo. ¡Todo puede ser tan intenso en el desierto! No hay nada, nada que te subraye las diferencias entre los días. El concepto del tiempo se transforma y no hay nada que te haga desear alejarte de allí ni saber de los mundos de los que venimos.
Mi vuelta a este lugar no me defraudó en lo más mínimo. Muy al contrario, superó con creces mis expectativas. Estaba disfrutando de cada momento del día, de observar cómo se hundían las patas de los dromedarios en la arena templada de la mañana, del cielo azul límpido, de no esperar nada y, sin embargo, encontrar todo.
Una conexión con el Universo
De la nada, la ausencia del tiempo, el silencio, el calor del fuego, las estrellas, la sencillez, la esencia de la vida, las sonrisas y las sorpresas, de una suma de todo esto se compone el viaje de la caravana del desierto.
Noche Vieja en el desierto del Sahara
Algunas personas salimos a dar una vuelta por los alrededores. En aquella oscuridad tan calmada y silenciosa, disfrutamos de una Noche Vieja verdaderamente diferente. Cuando regresamos a la casa, celebramos nuestras propias campanadas sin saber muy bien qué hora era. No nos importaba. El cielo estrellado, una buena cena a la cálida luz del fuego y la mejor compañía. No necesitábamos nada más.
Apúntate a nuestro blog.