Creo que la organización del viaje es adecuada para tener una experiencia diversa del terreno y sus gentes, intentando  compartir directamente con las familias de las áreas rurales que nos acogen.

Fue muy bonito lo del ritual en el que pudimos participar, El tiempo que estuvimos en las aldeas fué perfecto, ya que se trata de un Treking, y un ir, ver, observar, aprender, compartir, dar, tomar y marchar. Estar más días en las aldeas creo que podría confundir el objetivo del viaje y precisamente es lo que lo hace diferente de otros viajes solidarios. Antonio y Vanesa hacían un equipo estupendo que, junto con la gente local han conseguido que todo saliera perfecto.

Es imposible tenerlo todo controlado cuando de lo que se depende es del tiempo, pero la seguridad que ellos transmiten es mas que suficiente para saber que estas en buenas manos y que todo va a salir bien.

Creo que los días están bien repartidos, para tener una experiencia completa. Los coordinadores locales me han parecido de lo mejor. Han estado pendientes de todo en cada momento. Se han integrado en el grupo, siempre con una sonrisa y con una capacidad de ayuda impresionante. Muy agradecida.

Me quedo con los días de Treking, una maravilla y un placer para los sentidos. El día de Las mil cascadas o el día que caminamos hacia la aldea donde estaba el niño, paisajes de ensueño. Ha sido una experiencia maravillosa, llena de gente super bonita.

Unir el conocer gente nueva, países, cultura…es un abrir tu mirada y tu forma de entender y estar en el mundo. Si a eso le unimos la oportunidad de contribuir en las diferentes economías locales de los lugares que vamos conociendo, hace que se convierta en un viaje perfecto. Existen tantas maneras de ser solidario como maneras de estar en el mundo.

Estos viajes te dan la oportunidad de ser solidario de una de las maneras mas bonitas que conozco «educando tu mirada». Gracias por darnos la oportunidad de seguir creciendo