Este viaje es la posibilidad de descubrir un país en todas sus dimensiones. Hablo desde mi experiencia.
Este viaje en primer lugar me dio la posibilidad de descubrir la riqueza natural de este país. Sus valles kilométricos. Sus grandes cumbres. Sus pequeños bosquecillos. Sus magníficos senderos. El largo camino inca. Sus ríos. Sus lagunas. La costa. La sierra y la selva. Todo en un solo viaje. Diversidad completa de colores. Todos los verdes, marrones y azules.
Pero también me dio la posibilidad de conocer su cultura. Su historia. Antes y después de llegar los españoles. Los incas. Lo qechuas. Los aimaras. Los difíciles años de sendero luminoso. Su arquitectura. Machu Picchu y Choquequirao como grandes referentes, pero es que en cada esquina hay un recuerdo del pasado. Pisac. Moray. Ollantaytambo. Cuzco. Las impresionantes plazas de armas…
Me dio la oportunidad de conocer su día a día. Sus costumbres. Su música. Su comida. Ver como comercian, como es su educación, su transporte, sus fiestas o sus necesidades.
Y si algo tiene bueno este viaje es que se realizan actividades directamente con esos niños, con esas mujeres y con esos hombres. No solo visitamos y dejamos donaciones. Convivimos. Que para mí compartir es vivir. Es la manera de aprender del que tenemos al lado.
Es una experiencia que te hace crecer. Te hace ver que diferentes somos unos de otros pero a la vez que iguales.