Para ser sincero empecé con dudas respecto a qué iba a ser realmente este viaje y cuál sería su carácter solidario. Llamé a la gente de la organización y me explicaron que no se trataba de un voluntariado sino de una iniciación. Había que vivirlo para entenderlo y ahora creo que escogieron muy bien esa palabra. Hay muchos campos de trabajo e iniciativas solidarias, algunas de ellas promovidas también por Viento Norte Sur, que quizás permitan a quien lo busque ayudar más activamente en Merzouga u otros lugares del mundo.

A mi entender este viaje no tiene ese enfoque, es una iniciación como decían, más para ayudarte a ti mismo que a ellos, para (además de pasarlo muy bien) visitar otras gentes, otros lugares, otras culturas y hacerte entender que debemos mirar con empatía y tolerancia y que todo, incluida la felicidad, depende del punto de vista.

Hay que participar en iniciativas así para empezar a cambiarlo, para mejorar poco a poco tu vida y querer mejorar la de los demás. ¡Gracias a mi padre por llevarnos a todos a este increíble viaje, a la gente de la organización, a todos los que participaron, a la gente del albergue y a todos aquellos que se abrieron a que pudiésemos conocer sus vidas!