De esos comentarios y consejos que diariamente te hacen sin prestar mucha atención, me salto la alarma al escuchar en una misma frase «Asociación, desierto, fin de año… » una mezcla que sonaba muy interesante, como rechazarlo?? Pues dispuesto a disfrutar de una navidad diferente, hice mis mochilas, me hice con las donaciones para llevar y me prepare para iniciar un viaje que nunca pensé la experiencia vital que me iban a suponer aquellos días.
Es imposible destacar un momento, una situación, las gentes de allí, el paisaje, el sabor del desierto, de sus estrellas, de sus amaneceres, como el tiempo se paraba y te hacia degustar cada minutos cada instante…poder respirar y ser capaz en el silencio del desierto de escuchar como tus pulmones se abren, el latir del corazón, como conectas contigo mismo, esa tranquilidad que tanto y tanto echamos en falta en esta sociedad que va a mil por hora!!!
Por si todo esto no fuera suficiente, tuve la inmensa fortuna de encontrarme con un grupo de personas excepcional, gente muy distintas pero muy parecidas, todos siempre con una sonrisa en la cara, con ganas de conocer, charlar y compartir cada instante del viaje.
Me arrepentí tantas veces de apuntarme al viaje…pues tan difícil fue tener que despedirme de Marruecos…de los tiempos del desierto…de aquellos colores…de tanta gente… Volveré sin duda…
Solo tengo buenas palabras y mi más sinceras felicitaciones y agradecimientos a Juan, Miguel, Cristina, Isabel y tantas personas que organizaron y nos acompañaron durante todo el viaje, preocupándose por nosotros y porque disfrutáramos de la experiencia…Gracias!!!
Para finalizar, recomendar intensamente que cualquier persona que lea esta experiencia, no lo dude! Se apunte, pues siempre recordara la experiencia y agradecerá haberse atrevido a vivir a disfrutar de esos bonitos momentos que te regala la vida…