Gracias a la Asociación Viento Norte Sur he podido vivir la experiencia más gratificante de mi vida. He vuelto de Ndiawara (Senegal) donde durante 3 meses he sido profesora de inglés y español en el colegio de Educación primaria y en el Instituto del poblado. Sería difícil resumir todo lo que aprendí en estos meses conviviendo con aquellas familias pero mi reto ahora es cambiar la mentalidad de aquellos que piensan que solos no pueden cambiar el mundo. Para mí, cambiar el mundo es realizar pequeños gestos que arranquen sonrisas e ilusión de prosperar en esa gente. Gracias a asociaciones como esta de gente unida por una ilusión se pueden lograr grandes metas.

Un abrazo

María