Volver al contacto con la naturaleza.
El ser humano no está fabricado para vivir en grandes ciudades y de manera sedentaria. El cuerpo humano está diseñado para tener un continuo movimiento, está hecho para trabajar con las manos, está hecho para relacionarse con personas y no con máquinas. Son tantas las cosas que hemos perdido y no nos damos cuenta de la importancia que tienen…
La eterna búsqueda de la felicidad: ¿cómo vas a ser feliz si tu cerebro no recibe los estímulos necesarios para los que fue creado? No trabajamos con las manos, no creamos nuestras herramientas de trabajo, no controlamos los procesos productivos de nuestros alimentos… Todo lo compramos, en muchas ocasiones trabajamos sólo con máquinas y nunca con personas.
Una extraña pero a la vez placentera sensación de algo que yo creo se parece a la felicidad es lo que me traigo desde esta pequeña y apacible isla del Caribe, donde un día el tiempo se paró para bien y para mal.
He vivido durante sólo dos meses en una pequeña comunidad campesina del oeste de Cuba la cual, aún no ha perdido el contacto con la naturaleza. Cada una de las decisiones que se toman en esta comunidad, está relacionada directamente con la naturaleza que la rodea. Existe una simbiosis hombre- naturaleza; ese lazo roto de muchas sociedades “avanzadas”. Cada actividad que se realiza en el día a día en esta comunidad implica un esfuerzo físico, implica un gasto calórico y esto conlleva a un buen estado de forma física y una continua sensación de bienestar.