Sin duda alguna, mi convivencia en Ricote ha sido lo más bonito que he hecho en toda mi vida.
Las personas de allí no paran de darnos lecciones de vida continuamente. Es muy erróneo pensar que vamos a ayudar al pueblo, ellos no necesitan ayuda en absoluto, sino que mutuamente nos aportamos nuevos conocimientos y experiencias que jamás podríamos haber vivido sin esta convivencia.
Mi familia de acogida ha sido inmejorable, siempre pendientes de mi compañera y de mí, mostrándonos su cariño y afecto y dándonos la mejor parte de ellos. Y la gente del poblado, increíble también. Ricote tiene gente muy agradecida y que enseguida te incluyen en la población como uno más, nunca te vas a sentir solo o apartado porque eso no forma parte de su personalidad. Siempre van a buscar tu inclusión y que nunca dejes de sonreír y ser feliz.

Familia Senegalesa
Gracias a todos los que habéis formado parte de esto, pueblo de Ricote, Irene, Modou, Viento Norte Sur, compañeros de viaje… Los sueños sí se cumplen.
Realmente estoy súper contenta con lo vivido y, sin duda alguna, espero volver lo más pronto posible. GRACIAS, de corazón, por hacer posible todo esto.