Ya había estado en otras ocasiones en Menorca, pero lo cierto es que con este viaje tuve la oportunidad de descubrir rincones en lo que nunca antes había visto.
El camí de cavalls me dio la oportunidad de ver la diversidad de esta isla. La oportunidad de pisar playas de arena blanca y fina, arenales dorados, recorrer bosques y pinares, caminar por acantilados disfrutando de los diferentes tonos de azul que nos regala el mar…
La oportunidad de caminar durante horas y disfrutar de la naturaleza y ver lo bien conservada que esta la isla a pesar de recibir todo el turismo que recibe.
Si a todo esto le añado una climatología inmejorable y la amabilidad y tranquilidad de sus habitantes, hace que tenga ganas de volver a la isla.
Creo que para todo amante de la naturaleza y el senderismo el Camí de Cavalls es un “must do” en absoluto