Mi experiencia en este viaje al desierto cumplió con creces mis expectativas de este mi primer viaje solidario, disfrutando de cada instante en contacto con  una realidad diferente que te hace sentir las cosas de manera diferente y a tener en cuenta la felicidad.

Ha sido una desconexión total con la rutina, en la que he llegado a mi día a día renovado y con ganas de experimentar una nueva experiencia de este tipo.

Además de la convivencia y de aportar algo a los demás, personalmente la experiencia de correr en el desierto ha sido única, la experiencia de correr por las dunas, subir y descubrir desde la cima el mar de dunas no tiene precio, y bajarla… a toda velocidad con cortados a los lados, la verdad que impresionaba. La carrera muy bien señalizada con avituallamiento muy bien situado, todo un acierto combinar dos de mis pasiones, correr y ayudar.

CHEMA